24.8.14

Aguas turbias

Un libro viejo guarda en mi mesa los sueños que recito cada día, y por la noche, las palabras y el silencio me salvan de la tristeza. De la verdad que ahogaría a cualquiera. Qué sencillo cuando no hay adversidades que afrontar, pero qué aburrido es no tener vida. 

Una vez más todo es humo que se escapa, todo vuelve a ser nada y vuelta a empezar. Un principio que empiece por el postre, y que nunca sea tan merecido. Ya no cuesta distinguir la realidad, por eso duele. No quiero salir de la cama porque es el único sitio donde me permito llorar. 

Lo de siempre; soledad, arte y amor... por los que nunca se rinden. Valientes que sonríen como si supieran lo que hacen. Me gustaría ser la nieve_ que primero va al río y acaba en el mar. Ser parte de algo más que de una misma. Amaestrar las experiencias, los errores y por fin, saber cómo ganar.

Quizá algún día, y quizá pronto.




2 comentarios:

  1. Pues si, quizás algún día. Esperemos que pronto.

    Saludos!!

    ResponderEliminar
  2. Cuesta asimilar la verdad aplastante...pero una vez que se afronta desde el fondo, afirmar los pies, tomar impulso y subiiiiir. Somos tan poco y tenemos tan poco tiempo que no podemos perdernos en recovecos... hay que seguir la senda paso a paso...

    Besito volado

    ResponderEliminar