me hace replantearme la alianza con el vino,
con el que vino sin avisar y me comió la boca
al que le di las gracias por hacerlo sencillo.
Combino un baile de zancadas a mi cuello
con mis pies de plomo robando besos,
con las palabras absurdas de cualquier Otro
y mis ganas de reírme cuando estamos cachondos.
Esta noche vamos ebrios pero tomémonos una más
no vaya a ser que mañana aún nos acordemos
o no vaya a ser que todavía nos preguntemos:
¿Cuánto ayuda el jazz para olvidar?
Para aquellos que sólo saben amar
con los ojos abiertos y el corazón cerrado,
les voy a admitir que les entiendo
porque ellos no son más que amor fugado,
porque hoy sólo soy amor de verano.
[Y no me