10.4.14

Marinero. Maestro. Amigo

Perdóname marinero, sé que hace un año que no te escribo. Y con lo que te gusta leerme no sé si ahora te parecerá tarde... Pero es que ya nada es lo mismo, ¿lo sabes? Aunque, bueno, seguimos como siempre, cada vez más locos y hasta a veces con algún día interesante, pero lo cierto es que ya nada es como antes. 

Perdóname maestro, sé que te gusta que me guste aprender. Pero a mí lo que me gusta es contigo. No hay nadie que me explique los movimientos de la mar mejor que tú, ni el calendario lunar; ni el funcionamiento de la vida. Si sigo intentándolo es porque sé que así lo quieres. Sin embargo, tú eres el maestro de todo lo que sé. Desde siempre, son tuyas mis palabras.

Perdóname amigo, sé que he de ser fuerte. Pero, se me olvida. O no quiero recordarlo. Dime, ¿existe alguna diferencia? Porque llegué a pensar que me volvía loca, pero no con el tipo de locura que te hace reír, sino del que no tiene retorno. Como aquel reloj antiguo que arreglábamos porque tenía el tiempo acelerado, y de repente se paró para siempre. ¿Te acuerdas?

Perdóname por llevar tus ojos. Te confieso que alguna vez los he agotado llorando. Pero es que, siento más tu pérdida que mi vida.

Mi marinero, maestro, amigo, 


Abuelo.









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